#somosnáutico / Juan Luis Páez, un espejo para la flota sevillana de vela
El veterano regatista del Club Náutico, que llegara a disputar la Copa América tras formarse en la dársena del Guadalquivir y ahora se aventura en la clase Catamarán, sigue acumulando éxitos entre la vela ligera y de crucero.
A sus 46 años (27/10/1970), Juan Luis Páez es sin duda uno de los referentes de la vela sevillana. Este administrativo afincado en El Puerto de Santa María, padre de tres hijos que de momento no se aventuran en estas lides, no dudó en seguir desde los 6 años los pasos de su progenitor, uno de los pioneros de la modalidad en la capital andaluza, y de su hermano mayor, Manuel, para pasear de forma exitosa por todo el litoral nacional y buena parte del extranjero el nombre del Club Náutico Sevilla. En su palmarés destacan un título mundial de la clase Crucero, un subtítulo intercontinental de J80, un decimoquinto en la clase 49er, un Campeonato de Europa de cruceros, una Copa de Europa de Patín a vela y hasta ocho coronas nacionales en distintas clases, además de cinco victorias en la Copa del Rey de cruceros o un tercer puesto en la Louis Vuitton Cup de la Copa América con el Desafío Español.
-Todo un clásico de la vela, ligera y de crucero, este año ha iniciado una nueva aventura en la clase Catamarán.
-He apostado por estar a la última y recientemente he empezado a navegar en un Clase A, un catamarán volador.
-Pero sin dejar de lado los proyectos de la clase J80 o lo cruceros.
-Este verano, por ejemplo, he sido segundo en la categoría ‘amateur’ del Mundial de J80 de Inglaterra con el ‘Cenyt Hospital/Puente Romano’, barco con grímpola del Náutico Sevilla, y campeón de la Copa del Rey en Palma en la clase Swan 50 con un barco alemán.
-Tras intentarlo en su día en la clase 49er, ¿el reto de participar en unos Juegos Olímpicos sigue en el horizonte?
-Negativo. Se necesita un presupuesto y una disponibilidad de tiempo que no están a mi alcance. Soy muy pesimista en conseguir patrocinadores. Todavía no me ha tocado la lotería…
-Lo que está claro es que su pasión es el mar.
-Cada día me gusta más el mundo de las regatas. Ahora estoy como un niño chico con el Clase A. Tengo el objetivo muy ilusionante del Campeonato de España, a disputar en El Puerto de Santa María en septiembre.
-A título personal, ¿cuál es su próximo reto a largo plazo?
-Me gustaría ir a un Campeonato de Mundo de Clase A
-¿Su mejor momento como regatista?
-En el año 2003, cuando junto al también regatista del Club Náutico Sevilla Carlos de Bricio quedamos decimoquintos en el Mundial de 49er. El año siguiente tuvimos opciones de ir a los Juegos Olímpicos de Atenas, pero nos encontramos con los mejores del mundo: Iker Martínez y Xavi Fernández. Ese año hicimos un tercero y un cuarto puestos en dos regatas del circuito internacional.
-¿Y la Copa América de Valencia 2007?
-Fue una experiencia inolvidable. Allí aprendí a trabajar en equipo y lo importante que es la sistemática de un deporte profesional.
-¿Se puede vivir de este deporte?
-Hay algunos en España que si lo hacen, pero son pocos y tienen poca estabilidad. Si se complementa con alguna profesión relacionada, mejor.
-¿Cómo se inició en la vela?
–En la dársena del río Guadalquivir, jugando con los fletanes que había en el Club Náutico.
-A pesar de las distancias, el Club Náutico sigue fiel a sus fundadores en el fomento de la disciplina.
-Con altibajos, el Club siempre ha tenido un equipo de vela decente. No hay un club igual en Andalucía. Mi padre ya fue uno de los pioneros, a finales de los 50. El tener ahora a Marina Alabáu o los Manchón es un lujo.
-¿Quiénes son los llamados a dar las próximas grandes satisfacciones a la flota sevillana?
-Es lógico decir que son los que navegan ahora en Optimist, pero pese al esfuerzo que hace el Club, muchos de estos niños dejarán de competir cuando cumplan 16 años, a pesar de hay mucho talento. Hay plantearse que apoyar a la cantera es importante, pero eso tiene que ir acompañado de apoyo a los juveniles y séniors. La vela de alta competición es muy cara, se necesita mucho esfuerzo por parte de los jóvenes y los padres, y los clubes y las federaciones deberían buscar recursos de patrocinadores que lleguen a los regatistas.
-¿Cómo animaría a practicar su deporte?
-La vela lo tiene todo: físico, técnica, táctica, optimización del material, meteorología, aventura, trabajo el equipo, etc… y puedes estar al máximo nivel hasta los 60 años.