Skip to main content

#SomosNáutico / Javier Reja: «Andalucía es un lujo; aquí se puede practicar cualquier deporte”

El remero y palista paralímpico del Club Náutico, diploma en los Juegos de Tokio, repasa su experiencia en la cita japonesa y su trayectoria deportiva en una entrevista concedida al medio digital Estadio Deportivo. Por Alejandro Sáez.

El remero andaluz Javier Reja (Sevilla, 47 años) obtuvo un diploma olímpico en remo en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 que le hizo quedarse «con un mal sabor de boca» tras poder acariciar la medalla en los últimos instantes de la prueba final. Algo que no le ha impedido sentirse muy orgulloso de todo lo que viene consiguiendo desde Andalucía.

Tras sufrir un accidente de tráfico en 2006, Javier Reja se refugió en el deporte para continuar con su vida y hasta hoy día, que ha conseguido representar a su país y a Andalucía por todo el mundo. No solo en remo, sino que también ha probado otras disciplinas que le han servido para entender el mundo del deporte a la perfección. El deportista presume de su tierra allá por donde va, señalando a Andalucía en el mapa como un lugar especial para practicar deporte.

– En Tokio quedó a las puertas de obtener medalla, quedando en cuarto en remo, ¿cómo vivió ese momento de poder ganar un diploma olímpico?

– La verdad que estrenábamos modalidad en remo, porque no había competido internacionalmente nunca. Conseguimos la plaza a última hora, cinco meses antes de los Juegos. Lo veíamos complicado, pero con mucha ambición y muchas ganas de trabajar. Empezamos a trabajar y vimos que por tiempo estábamos bien. Al principio, solo con entrar en la final nos valía porque íbamos un poco verdes en ese sentido. Pero cuando vimos que podíamos pelear con los mejores por una medalla salimos a muerte. Lo que pasa es que sí que es verdad que la experiencia me faltó en los últimos quinientos metros, donde ya me vine abajo y no podía más. Ahí fue donde prácticamente perdí la medalla. Pero fue bastante bien, con muchas ganas de seguir trabajando y con posibilidades de conseguir algo bueno.

– ¿Pensando en los siguientes Juegos Paralímpicos?

– Mucho no queda, tenemos una preparación de un año menos. En 2023 ya se juegan las primeras plazas y en 2024 ya sería la repesca. Los tenemos ahí al lado prácticamente.

– ¿Cómo es esa preparación previa a los Juegos?

– En Sevilla tenemos la suerte de que disfruamos de la mejor pista del mundo, el Guadalquivir. Ahora mismo está entrenando aquí gente de todas las nacionalidades. Nosotros los paralímpicos tuvimos la suerte de hacer una burbuja para ir bien preparados a los Juegos Olímpicos por el tema del COVID. Nosotros tuvimos la suerte de poder hacer esta burbuja desde Sevilla. Teníamos el hándicap del calor, pero sabíamos que en Tokio el tema de la humedad y el calor también estaría presente. Por eso decidimos trabajar aquí en Sevilla. Yo siempre he trabajado en Sevilla y no me voy a mover de aquí.

– ¿Es el Guadalquivir sinónimo de éxito de cara a una buena preparación para una cita tan exigente como los Juegos?

– Con el Guadalquivir lo tenemos perfecto: tenemos un buen clima, está metido dentro de la ciudad y la verdad que entrenar aquí es un espectáculo.

– Pensando en el futuro, en París 2024, ¿cuáles son los objetivos de Javier Reja?

– Queremos ir a por la medalla, ya que nos quedamos a las puertas con un mal sabor de boca. En principio, toda la pretemporada y la temporada la prepararemos aquí en Sevilla.

– Andalucía no sólo goza de Sevilla como una ciudad propicia para entrenar y prepararse unos Juegos Olímpicos. ¿Qué destacaría de nuestra comunidad?

– Por supuesto que sí, lo que es el clima en Andalucía no lo tiene otra comunidad. De hecho, se han hecho concentraciones a nivel nacional, por ejemplo hemos tenido a las federaciones nacionales de piragua entrenando en el Lago de Arcos. Tenemos también Sierra Nevada, el pantano de Cubillas…. Para lo que es remo y piragua es espectacular. Y bueno, también para otras disciplinas por supuesto. En Andalucía, por el clima, tenemos la suerte de poder entrenar a todas horas del día y que cada día puedes sacar sesiones de entreno bastante buenas. Si no es a una hora es a otra.

«En Sevilla tenemos la suerte de que disfrutamos de la mejor pista del mundo, el Guadalquivir», dice Javi Reja

– Habla de remo y piragüismo, pero también ha probado muchas otras disciplinas como halterofilia, ciclismo, triatlón, atletismo… ¿cómo es eso?

– He probado un poco de todo y la verdad es que es un lujo venir de una tierra tan espectacular llamada Andalucía. Se puede practicar cualquier deporte y además el ambiente y el clima son espectaculares. Empecé con natación, pasé por la bicicleta y además probé la halterofilia y el triatlón. Ahora voy buscando una distancia un poco más larga en remo. En la piragua, por ejemplo, es algo más corto. Son 200 metros en alrededor de cincuenta segundos. En remo nos vamos a dos kilómetros y son alrededor de diez minutos. Ya por la edad que tenemos, que es un hándicap, la verdad que la distancia nos viene un poco mejor. Aunque todavía en piragüismo daremos un poco de guerra, pero a largo plazo iremos buscando la comodidad.

– ¿Se ve cambiando de disciplina en un futuro?

– Quién sabe, me gusta probar y más que nada mucho de los cambios es porque tengo un problema de cadera que me molesta bastante en las embarcaciones. En principio me venía bien la canoa, luego me pasé a la piragua, pero sí que es verdad que es ahí en donde me molesta bastante la cadera. Siempre voy buscando la comodidad, porque al final tienes que estar muchas horas entrenando.

– Un accidente de tráfico le cambió la vida y el deporte le ayudó a reconducirla hasta lo que es hoy en día. ¿Qué moraleja se puede sacar desde el deporte después de esa experiencia?

– En octubre de 2006 fue cuando sufrí el accidente. Empecé en el deporte por prescripción médica, porque tenía que fortalecer el tren superior y lo primero que me recomendaron fue la natación. En natación ya empecé a hacer los primeros pinitos en el deporte y encontré un salvavidas donde me refugié para salir un poco del bache, después de una situación traumática. Un accidente de tráfico le puede ocurrir a cualquiera. En el mundo del deporte encontré mi válvula de escape y hoy en día puedo decir que fue mi salvación. Y mira hasta dónde hemos llegado gracias a él. No me puedo quejar del deporte, porque fue mi terapia.

– En 2013 y en 2015 fue reconocido como Premio de Andalucía de los Deportes, será un orgullo ser reconocido en su tierra y por todos los andaluces.

– Por supuesto que sí, a nivel de los grandes galardones que tengo y a nivel social es un orgullo. Que te reconozca toda Andalucía que eres el mejor deportista paralímpico es un gran logro.

– ¿Qué se le pasó por la cabeza en aquel momento en el que consiguió aquel diploma olímpico en Tokio después de haberse quedado a las puertas de conseguir la medalla?

– La verdad que solo con entrar en la final con dábamos con un canto en los dientes. También tuvimos la mala suerte de contar con la normativa en remo de que según el viento como sople, si hay beneficio de viento por las calles, cambian las calles al que mejor tiempo tenga en la final. Yo fui el último clasificado y tenía el peor tiempo. Pero a la hora de remar sí que era la mejor calle, que era la calle uno. A cinco minutos de la salida nos cambiaron la calle, de la uno pasé a la calle seis que era la peor porque sí que había beneficio de viento y tuvimos que cambiar un poco la estrategia. De pasar a remar al lado del australiano, que quedó subcampeón y teníamos el planteamiento de hacer una buena salida, luchar con él y que nos llevara un poco a la medalla; salimos al lado del israelita, que junto conmigo era el peor tiempo. Estuvimos planteando toda la serie de forma que nos reserváramos un poco para darlo todo en la final. Porque era tres días consecutivos de regata a tope, entonces nos reservamos para la final. Pero por el tema del viento tuvimos que cambiar de estrategia y salir a tope desde primera hora para ver hasta dónde podía llegar. Hasta el 1.500 llegamos segundos, pero me pasaron el australiano y el brasileño y me faltaban las fuerzas. Me comí tres boyas que delimitaban la calle y ya vi que no podía más, pero tuve que hacer de tripas corazón porque sí que es verdad que el inglés venía pisando fortísimo. Al final sacas fuerzas de donde no las hay y conseguimos quedar cuartos, que para mí es un gran mérito. Pero lógicamente nos quedamos con el mal sabor de boca porque acariciamos la medalla en todo momento.

– ¿Qué le recomendaría a esos deportistas extranjeros que vienen a Sevilla y a Andalucía buscando ese buen clima del que tanto habla?

– Una vez que prueben saben que están en el mejor sitio del mundo para entrenar remo y piragüismo y van a repetir seguro. Que vengan para acá, que ya no solo es la pista, sino la forma de ser que tenemos aquí en Andalucía, el clima y el ambiente que hay. Somos súper acogedores. Una vez que vienen repiten al igual que casi todos nacionales que han venido como Portugal, Lituania, Países Bajos, Inglaterra…todos han entrenado en el Centro de Alto Rendimiento que tenemos en Sevilla que es espectacular y tiene unas instalaciones estupendas. Están en el mejor sitio.